Este pasado 13 de marzo tuvieron lugar en Rusia elecciones de distinto nivel, en el marco del día unificado de votaciones de la sesión de primavera. Las más importantes -siendo que estamos en la antesala de las elecciones generales a la Duma- fueron las elecciones de diputados de los parlamentos regionales. Se desarrollaron en 12 sujetos de la Federación de Rusia. A petición de los medios, el primer vicepresidente del CC del PCFR y responsable de campaña Iván Mélnikov, ofreció sus valoraciones de los resultados disponibles la mañana de este lunes:
Estamos satisfechos con los resultados de las elecciones regionales, pues vienen a confirmar los procesos que se están produciendo en el sistema político y socio-económico del país y en el ánimo de la sociedad. Han demostrado que el programa que propone el PCFR está siendo cada vez más aceptado por los ciudadanos, y comienza a asimilarse no solo como la postura de nuestro partido, sino como la única salida válida y razonable del fundamentalismo liberal y la completa permisividad burocrática del partido del poder.
Nuestro partido ha demostrado ser muy fiable, repitiendo y consolidando sus segundo puesto dentro del sistema político ruso, y demostrando sus serias aspiraciones de tomar la iniciativa.
Si sistematizamos el caleidoscopio de cifras obtenemos el siguiente resultado: de las 12 regiones, en 8 el PCFR consigue la combinación de 3 sumandos: obtiene el segundo puesto, aumenta en porcentaje de votos y crece en cifras absolutas, es decir en el número de votos emitidos en comparación con las elecciones a la Duma del 2007.
La principal conclusión de la campaña es que todavía no vencemos en el resultado final, pero si estamos ganando en tendencia de voto. Y eso puede decirse tanto en relación al principal oponente “Rusia Unida”, como en relación al resto de partidos.
Como viene siendo habitual hemos tenido que hacer frente a un sinfín de violaciones, tanto en el transcurso de la campaña como en el día mismo de las votaciones. El paquete de mecanismos a los que recurren no ha variado: maquinaciones con los documentos que acreditan la facultad de voto fuera del lugar de empadronamiento, el “carrusel” de votantes que vota en más de un colegio... Lo que sí ha cambiado es el tono emocional. Los funcionarios se han mostrado más agresivos, recurriendo incluso a los métodos barriobajeros y la agresión física. Pero todo esto encuentra cada vez mayor rechazo social. Los casos de enfrentamientos en los colegios electorales no fueron aislados. El motivo es que los electores ayudaron a defender su voto, hubo bastante menos indiferencia que antaño, hartos ya de ver como los chulean.
Tenemos por delante un intenso trabajo para preparar la defensa de nuestros resultados en las generales de diciembre.
Quiero remarcar que la valoración positiva de los resultados de las elecciones no significa en absoluto que estemos para celebraciones dentro del PCFR. En primer lugar, nuestro resultado ha sido adulterado a la baja; las falsificaciones se siguen produciendo igual que antes. En segundo lugar solo tendremos motivo para la alegría cuando logremos el triunfo. Por ahora tanto la dirección del partido como cada comunista, como cada partidario del PCFR, debe felicitarse, ponerse un positivo virtual: estamos trabajando bien. Pero para lograr la victoria hace falta armarse de paciencia y lo más importante: que todos arrimemos el hombro.
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